¡Joer qué pesaos son mis jefes con esto de publicar en septiembre! Bastante he tenido ya con tener que presentarme a los exámenes postveraniegos para aprobar asignaturas suspendidas por pasarme el día en la cafetería.
Pues eso, que es una ful lo que nos está haciendo el gobierno. Ahora resulta que el material escolar se grava, no con el acostumbrado 8% de IVA ordinario, sino al 21% de los artículos de lujo. Es una pasada que casi lo graven al tripe. Es un grave gravámen. Ahora todo es un lujo y se grava al 21%, hasta las compresas y los tampones. ¿Pero quién es cabrón que lo indica así? Tío, fijo. Ahora resulta que ser fértil y tener la regla es un capricho lujoso de superpija forrada.
Mirando cuadernos y lápices en Tiffany & Co. mientras desayuna
Volviendo al rollo. Que si nos suben el IVA del material, nos suben la tasa de las matrículas, nos reducen las becas. Está claro que sólo quieren que accedan a la universidad, privada a ser posible, los niños de posibles.
Las chonis poligoneras, como yo, somos un ejemplar univeritario en extinción. Además, no encontramos curro, y si lo hay, es de becaria sin sueldo (¿Verdad, jefes cucurucheros?) y nuestros viejos están en ERE, en el paro o les han congelado el sueldo, a la par que les sube la luz, el gas y la gasofa.
Y encima nos sube la priva, el tabaco y, como último recurso, ni se nos ocurra ofrecernos carnalmente para sacar unos leuritos, que ahora también se multa.
No, si somos todas putas y tenemos que pagar hasta la cama y el condón.
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Chénife, la becaria tax free.
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