El latazo interminable de los recuerdos de Barcelona 92 nos trae una historia que a lxs homosexuales de bien les debería soliviantar. Ayer, María Escario, en ese apartado para prejubliados que tiene en la tele pública nos sacó a Miriam Blasco, que fue medallista de oro en Barcelona, recordando sus glorias olímpicas.
Cuando se cepilló a su futura señora
Cabe recordar que, en cuanto colgó el kimono, la judoka alicantina se hizo diputada del PP y en ese glorioso junio de 2005, estando ella en la votación para aprobar la ley de matrimonio igualitario, conocido como ley de matrimonio homosexual, la tipa va y vota en contra de su aprobación. Es pepera, hasta ahí, normal.
Pero he aquí que esa maría escario, que no sabemos si está casada con la Fernández de la Vega, o es un bulo muy popular, va y nos saca del armario a Míriam Blasco. Y Míriam, arrobada y tiennnna nos cuenta que se casó hace año y medio con la británica que fue su rival, y medalla de plata, por tanto, en las consabidas olimpiadas.
Pero no es cosa de hoy, o de hace año y medio, la tiparraca lleva de noviazgo 22 largos años. Es decir, que si se ennoviaron en un amoroso randori (ejercicio de judo) y se convirtieron en una sólida bollopareja por ippon en 1995, quiere decir que la hipócrita, cobarde y armarizada diputada pepera votó en contra de que aquellos que tenían parejas de su propio género se pudieran unir legalmente.
Y votó que no, aunque luego se casara gracias a los síes
Ahora, la muy desvergonzada nos cuenta que se ha casado. Ella, la Pepera, se ha atrevido a hacer uso de un derecho legal del cual mostraba su absoluta disconformidad y su rechazo, cuando llevaba 10 años de relación sentimental con otra mujer. Ahora la muy hipócrita bollopepera se casa por lo civil usando esa ley que se aprobó, no gracias a ella, precisamente.
latigazo cervical gayfriendly de:
Chénife, becaria pansexual |
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