Reforma del código penal

El viernes pasado en consejo de ministros, Alberto Ruíz Gallardón, el alto cargo de justicia, que parece un gemelo de Wylon Smithers, logró modificar algunos aspectos del código penal.

Como son un gobierno popular, pero se dedican a acometer medidas irónicamente impopulares, han decidido dar una vuelta de tuerca, hasta pasarla de rosca, e intentar apaciguar parte del malestar de la ciudadanía (Menos la de rascarse el bolsillo y despedirse de pequeños placeres de la vida) e imponer sanciones más duras para casos cercanos en el tiempo como es el secuestro y desaparición de presunto cadáver, prisión permanente revisable (Cadena perpétua, de la marca blanca) y administación "desleal" de fondos públicos como malversación. Hay que ver lo que les cuesta decir robo.

¡A ti, sí, a ti, se te va a caer el pelo, chaval!

Esa es la parte que los medios de (des) información se han encargado de vocear al amo. Lo que no cuentan tan alegremente, ni tristemente, es que van a endurecerse las sanciones contra la desobediencia civil, porque ven lo que les espera de parte de una ciudadanía solviantada ante los atropellos institucionales y han decidido aplicarse la árnica antes del golpe, así nos encontraremos, señores míos con:

Cambio en las definiciones de atentado, resistencia y desobediencia.

• De agravará el delito si se arrojan objetos a las autoridades (Que ellos lancen botes o pelotas de goma es aceptable, pero no se te ocurra escupirles, y mucho menos tirarles el DNI cuando te lo exijan, que igual les da en un ojo y te vas al talego con condena revisable)
• Difundir mensajes que puedan alterar el orden público. Difundir, además de crear. Por poner "Pásalo", tú si quevas a pasarlo mal. Nada de mandar SMS, ni whatsapp, ni quedar por el féis, tuenti o twitter para montarles una algarada en Génova. Esta es la venganza por el 11M  y por la marea de Sol. 
• La sanción de desobediencia será sólo administrativa. Vaya, que lo que quieren es recaudar, y sale más a cuenta que pagues el multazo en vez de gastar comida y atenciones en prisión a cuenta del Estado.
• La alteración del orden público será apellidado acto de violencia contra la pluralidad, y sólo por tener apellidos, será más grave. (Lo importante que es tener apellidos)

Si creíais que el ministro Smithers, como ya anunciamos en julio, se iba a contentar con reducir los supuestos de legalidad de los abortos, estáis equivocados. Además de tener la convicción errónea de que las mujeres abortan porque se ha puesto tan de moda como hacerse un tatuaje, y para contentar a la línea dura, y recordad que fiel, de los únicos votantes que, a pesar de las decepciones, seguirán votándolos, han decidido imbuirse de moralidad hipócrito-religiosa y condenar a todas las mujeres que necesiten interrumpir su embarazo.

Además del embarazoso tema del aborto, recordad que vuestro querido gobierno, amigos míos, os quiere quitar el derecho a manifestar la rabia ante el expolio al que nos están llevando.

Un reportaje de:

dra. Rosalie von Tupindegi, colaboradora del profesor Franz de Copenhague