Las olimpiadas son cosa de hombres blancos...Hasta ahora

Los juegos olímpicos son un negocio económico que tiene su festival cada 4 años. Cuando se celebraron los primeros juegos de la era moderna allá por 1896 en Atenas, ¿Dónde si no?, para mayor gloria de su creador, el barón Pierre de Coubertain, sus pocos participantes eran amateurs, es decir, deportistas aficionados y nada profesionales. Ciento y pico años más tarde, la mayoría viven de la profesionalidad y de la publi que generan. Ahí nos encontramos a Phelps diciendo sin rubor que se lava la cabeza con champú antes de salir a nadar, lo cual es tan tonto como vender la moto para comprar gasolina.

Ahora no sólo es imposible competir contra deportistas que se dedican 14 horas al día durante todo el año a mejorar su marca personal, sino que acaba con el espíritu olímpico que propugnara Coubertain. Pero vayamos algo más allá. El deporte se creó por británicos aburridos y otros europeos imbuídos en su cultura. Aquello saltó a los EEUU. Los juegos del siglo XX eran para gloria de los europeos rubios y yankees wasp, y además, era cosa de hombres. ¡No les costó nada meter mujeres en las olimpiadas! Unas cuantas ediciones tuvo que haber para que las aceptaran, y muchas más para que les dejaran participar en disciplinas vedadas ya que los hombres ven amenazante y masculinizador el que las mujeres se ejerciten en el deporte. Y no hay nada más amenazador que una mujer para un hombre.  Anda que no sospechan de la china que ha ganado en el crono a Lochte, campeón de 200 estilos. Por cierto, la china se llama Ye Shiwen. Ya hablan, los propios miembros del comité de los juegos de posible dopaje porque una mujer nunca podrá ganar a un hombre, ni siquiera en el agua donde tiene mayor flotabilidad. Tampoco nadie podóa bajar de los 10 segundos en los 100 metros lisos hasta que el alemán Armin Hary lo consiguiera en Roma en 1960.

¡Ye Shiwen no puede ganarle a un tío, aunque el paquete le sirva de lastre! (Why not?)

El hombre no puede admitir ser derrotado por una mujer. Por eso ya no hacen partidos de tenis entre el mejor hombre y la mejor mujer, no sea que Billie Jean King vuelva a ganar a Jimmy Connors. Ni puede admitir que una mujer gane, ni que encima sea de otra raza que no la blanca. Esa es otra. Los yankees que son un pueblo multirracial en el que los wasp mandan, bastante tuvieron con empezar a dejar a los negros hacer deporte. Se dieron cuenta de que, al tener más músculo eran más rápidos. No tenían derechos para nada, pero como está en entredicho la gloria nacional, se les ocurrió llevar a Jesse Owens a las olimpiadas de Hitler en 1936. ¡Y ganó, como era de esperar! No era la primera vez que los yankees echaban mano de sus razas "inferiores" para llevarse medalla, aunque lo hicieran en otras disciplinas como la natación.

Jesse Owens (EEUU) y Lutz Long (Alemania). Oro y plata en longitud en Berlín 1936

Había un surfero hawaiano llamado Duke Kahanamoku que se había pasado la vida en el agua y tenía una técnica natatoria rapidísima que los blancos no conocían: El crawl. Kahanamoku reinó en la piscina de los juegos olímpicos de Amberes de 1920 y formó equipo con Tarzán Weissmuller en los de París de 1924.

El viejo Kahanamoku y Tarzán en París 1924. Nadie excepto el hawaiano sabía nadar a crawl.

Los asiáticos son flexibles y delgados, así que nadie les tose en gimnasia, ni en ping-pong. Podéis ver la cantidad de asiáticos nacionalizados que juegan al tenis de mesa, o hacen gimnasia. También caribeños veloces que compiten por fríos países nórdicos, como hiciera Ben Johnson o Linford Christie.

Armin Hary (Alemania), en Roma 1960. Primero en correr 100 m. en 10'0 segundos.

Pasará como en eurovisión, que ya no interesa porque nunca ganan los creadores, sino lejanas repúblicas exoviéticas. La gloria deportiva ya no es para los blancos occidentales, sino para chinos o caribeños. Ya veremos lo que tarda en devaluarse el negocio olímpico por falta de interés. ¡Pues no somos orgullosos los blancos dominadores del mundo ni ná, para que vengan seres oscuros y mujeres a echarnos de casa!

Un artículo de fondo y de "medio fondo" de:

El gañán del vestuario, esperando el control antidóping.