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jueves, 30 de mayo de 2013

Noticias que se contagian

La semana pasada nos llegaba de Londres una noticia a medio contar, pero grabada en riguroso directo con arreglos sobre la marcha en las palmas de la mano del hablante, y presunto agresor, sobre un asesinato de unos exaltados radicales islamistas a un militar británico. 

Tal y como cuentan la noticia, que tengo muy frescas las clases de la "facul", en vez de contarnos quienes son los agresores, que llevan nombre cristiano y son nacidos en el Reino Unido, y de centrarse en los hechos y en por qué sospechosamente fueron heridos a tiros si ellos parecían calmados y dispuestos a entregarse, nos cuentan la historia del soldadito, héroe, que lleva uniforme "pa matá" y armamento para imponer la paz a balazos, aquí y en medio tercer mundo como violadores con casco azul, por ejemplo.

Aquí, una versión poco conocida.

De la misma manera que hace un mes en Boston, el día de los patriotas, ponen un bombazo y los "resposanbles" son el coco de la media luna, y si no acaban muertos, están en modo agónico, y sus amigos acaban muriendo tras un brote psicótico en medio de un interrogatorio, ¡¡Y a nadie le sorprende!! Nos van entregando en cómodos fascículos el miedo a los inmigrantes musulmanes, que son los "musulmenos".

Ya van unas cuantas de éstas, la última en Francia, porque ya no se acuerdan del atentado sospechoso del morito aquél a la escuela hebrea, el otro día, dicen, va otro musulmán llamado "Alexandre" ¿Los islamistas terroristas ya no se llaman Mustafá o Hassán, que se llaman Michael o Alexandre? y se cepilla a otro militar francés.

Katina J. Collins, de esta hablo al final. ¡Olé, tú!

Pero, no, no se atreven a decir que los chavales musulmanes se han fanatizado porque han malvivido en ghettos pauperizados de la rica Europa, sin futuro, abrazándose a los únicos que les brindan sentido. La culpa es del islam, no de la despiadada sociedad capitalista-racista blanca y occidental. Esta opción no se presenta, por si acaso, no sea que a la gente le de por pensar que tendríamos que cambiar a los que mandan y crean estos monstruos.

Sin embargo, si focalizamos el odio fanatizado por el dolor, como hacen los islamistas, hacia estos mismos, nosotros, los cristianitos occidentales, nos pondremos de nuestra parte y haremos lo que los capitalistas-racistas esperan, que nos escabechemos entre nosotros eliminando exceso de producción humana y engrasando la máquina de la sociedad industrial. El miedo da beneficios económicos.

Huy, me está quedando muy serio. Por si acaso no se hacen eco de esta noticia, porque esta sí que debería reproducirse en todo el mundo. Patadas en los cojones, a ser posible, con botas de fútbol afiladas.

Un rollazo monumental de:

Chénife, la becaria


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