Van y ponen a un sujeto incauto y lenguaraz como cabeza visible del ministerio de educación, y, por si acaso, a la trepa de su santa esposa la nombran tertuliana y gourmet de croissants en los desayunos de TVE. Y ya, por cierto, hablando sobre su esposa, ésta accedió a una cátedra en la Universidad Pública Vasca, arrebatándosela inmerecidamente y gracias a la presión del PSE que había en el equipo del decanato, con aquellos socialistas tan de derechas como Gotzone Mora, Paco Llera o la propia Edurne Uriarte, que es como se llama la señora Wert, al catedrático por derecho, Francisco letamendía Belzunce, "Ortzi". Luego, al pasarse a la derecha, comootros trepas del PSE tipo Rosa Díez, Uriarte medró en una de esas universidades privadas de nuevo cuño que pululan por Madrid, cerca de sus desayunos, como es la Juan Carlos I.
Total que Wert, ministro de educación, que ha manifestado otras veces su entusiasmo por la educación separada de ambos sexos y regida por las santas instituciones de la iglesia, se nos muestra un nostálgico de la educación de los años franquistas, cuando sólo estudiaban los ricos y los pobres se pudrían de aprendices. ¡Que aún hay clases! Así que no sólo es un éxito su plan académico gracias a los recortes, que ensalzan la educación privada y miserabilizan e impiden la buena educación pública, sino que gracias a sus subidas de las tasas y matrículas, se vuelve al modelo clasista de otras épocas, y ya, para rematar, en vez de educación para la ciudadanía, Wert quiere volver a imponer, como nostálgico que es, la Formación del Espíritu Nacional.
Porque hay que españolizar a los catalanes hasta que se crean las mismas mentiras que otras generaciones tuvieron que tragarse sobre el gran imperio que fue Españññññña.
Un speach del No*Do de:
La señá Nastasia, víctima de la educación franquista.
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